TÚ SIENTES LO QUE VA A TENER LUGAR

 

"El cine y mi vida es más o menos lo mismo",

 

dijo hoy el director neoyorquino Martin Scorsese en la clase magistral que ofreció a un público entregado en el VII Festival Internacional de Cine de Marraquech. Así de rotundo fue el autor de ‘Infiltrados’ durante la larga charla que mantuvo con el crítico de cine francés Michel Ciment en la que se visionaron fragmentos de su filmografía, desde ‘Taxi Driver’ hasta ‘El aviador’.

Estrellas del mundo árabe, principalmente de Marruecos y Egipto, así como todos los miembros del Jurado del Festival, desde Milos Forman a Aitana Sánchez-Gijón, aficionados al cine y periodistas abarrotaron la gran sala del Palacio de Congresos de Marraquech, sede oficial de la muestra, para escuchar al maestro.

Scorsese, de 65 años, incidió en la idea de la relevancia que tiene para él el ritmo de las películas, de ahí el uso de la música en las secuencias de sus filmes, o la importancia del ritmo en los diálogos, como se puede apreciar en ‘New York, New York’ (1977).

"Todas las músicas me hacen crecer", matizó el cineasta, que utiliza desde el swing y la música clásica y tradicional hasta el rock and roll en sus filmes.

El oscarizado director recalcó que en las "buenas películas se oye algo de lo que ocurre", y así con la música "puedes hacer despegar la imaginación".

De esta manera el rodaje de una escena del cantante Muddy Waters junto a su banda, en el documental ‘The Last Walz’ (1978), según Scorsese, fue "una bonita experiencia en la que con tan sólo dos cámaras y la imagen fija logré que el movimiento se comunicase a través de la acción de los cantantes y sobre todo con el ritmo de la canción interpretada".

Con respecto a dos filmes de "carácter violento", en palabras de Ciment, ‘Malas calles’ (1973), y ‘Taxi Driver’ (1976), narran lo que él ha vivido y fueron "realizadas para noquear al espectador", afirmó Scorsese.

El cineasta, que fue homenajeado en 2005 en el Festival de Marraquech, habló sobre sus películas rodadas en Marruecos: ‘La última tentación de Cristo’ (1988) y ‘Kundun’ (1997).

Con respecto a estos filmes grabados en localizaciones diferentes a las de Hollywood y que narran historias que ocurren en otros países, indicó que uno se ha de posicionar "en el sí o en el no".

Así, él trató en ‘Kundun’, donde se traslada al mundo del Dalai Lama, de conseguir "la esencia, el color y la vida espiritual… su significado".

El realizador señaló que una de sus obsesiones es la de conseguir llevar a la pantalla el "camino natural de la vida en el cine", como en ‘Malas calles’, o la espiritualidad, en ‘Kundun’.

Asimismo, indicó que le gusta mostrar los "sentimientos psicológicos" de sus personajes en películas en las cuales se trabaja "muy cerca" de los actores, como ‘Alicia ya no vive aquí’ (1974) y ‘New York, New York’.

El director de ‘La edad de la inocencia’ recalcó como idea clave que en una película "tú sientes lo que va a tener lugar" y añadió que dentro de la tendencia generalizada de "finales felices" él está "orgulloso de producir sensaciones que remuevan" y bromeó que con escenas de "muerte, muerte" es donde puedes "poner el punto y final".

Con respecto a la labor de creación de un guión de cine, Scorsese, que dejó en el tintero durante tres años, entre el inicio y el final, ‘Malas calles’, indicó que el guión "depende del personaje y de la historia".

En el personaje, además de "su elegancia y su belleza", se debe tener en cuenta "que está hablando", y matizó que para la trama es básico tener las ideas muy claras sobre la historia antes de escribirla.

Scorsese, que afirmó que "no tiene límites", comentó su interés por la estética, los escenarios y los detalles. Así, para abordar el tratamiento estético se proyectó un fragmento de ‘Casino’ (1995), en la que el personaje principal (Robert de Niro) fallece en la primera escena y las llamas de la bomba que explota se transforman en una serie de figuras abstractas de colores mientras se presentan los títulos de crédito.

Además, el uso de la vestimenta y los coches son elementos muy valorados por el realizador neoyorquino "debido a que son el personaje". Y subrayó que "el tipo de bigote" o el cuchillo que va a utilizar, "todo ello es muy importante".

Martin Scorsese, un hombre de pequeña estatura que vibró hoy cuando visionaba fragmentos de sus propias películas, enseñó con calma esas claves de su vida y obra ante un público que, maravillado tras sus palabras, de pie y unánimemente, le dio las gracias con aplausos.

 

Marraquech  / Marruecos / EFE / 9.12.07

 

Deja un comentario

No hay comentarios aún.

Comments RSS TrackBack Identifier URI

Deja un comentario