CAPTURADO POR LAS JEBIS

 

El cazador de tendencias

Se internó en la jungla

Y fue capturado

Por las jebis.

Una vez en la aldea

Lo sacrificaron al dios

Rosendo

Y sirvió de alimento a la tribu.

Sus dientes se usaron para hacer abalorios;

Su piel, para parches y chapas

Y el cráneo, tan blanco,

Lo arrojaron al cielo

Donde quedó girando y girando para siempre.

Y así,

Cuando hay luna llena

Luce la calavera entre un séquito de estrellas

Y en las noches de eclipse

Las jebis señalan a lo alto

Y susurran a sus hijos:

“Mira!

La moda ha perdido la cabeza”.

 

Eloy Fernández Porta / Barcelona (1974) / Una parábola UrPop

 

LO DULCE Y LO SALADO

1.  La cocina es un lenguaje con el que el cocinero quiere expresarse. El cocinero crea para sí mismo, aunque su deseo es el de compartir su obra y que su público la aprecie.
2. El cocinero asume riesgos: sabe que su propuesta puede no ser comprendida. Los riesgos tecnoemocionales son mayores que en otros movimientos culinarios.
3. El cocinero no crea plato a plato: se propone abrir caminos con la ayuda de las técnicas y los conceptos.
4. Las elaboraciones se crean con la voluntad de estimular todos los sentidos. Cobra relevancia el tacto, a través del trabajo con las texturas y las temperaturas.
5. El hecho culinario supera lo físico, los sentidos, y se dirige a lo emocional y a lo intelectual. Hay un placer intelectual que se expresa con el humor, con la provocación, con la reflexión…
6. El creador se vale de la interrelación con otras disciplinas para conseguir los puntos anteriores. En ese sentido también se apoya en las nuevas tecnologías.
7. El comensal no es un ser pasivo, sino activo. El acto de comer requiere, de su parte, una determinada disposición y concentración.
8. Todos los productos tienen el mismo valor gastronómico.
9. Desaparecen las fronteras entre el mundo dulce y el salado, y entre el ingrediente principal y los complementos. La forma de expresión idónea es el menú degustación.
10. Se entiende la cocina como una forma de vida. El restaurante no es, simplemente, un negocio.
 

Pau Arenós / Los 10 fundamentos de la cocina tecnoemocional / MadridFusión / 22.01.08

 

TUS ZONAS ERRÓNEAS

 

Carles J. Pi asegura que ya no come aceitunas rellenas.

Agencias / 25.01.08

En una entrevista concedida a la NBC en su nueva residencia de Lounge Factory, el compositor Carles J. Pi, autor de temas que fueron grandes éxitos en los años 80, ha declarado que ha dejado de comer aceitunas rellenas, desde que es miembro activo de la secta del "Psé Psé del Séptimo Día".

"Si crees en la justicia social, no tiene sentido comer aceitunas rellenas de anchoa. Son un lujo, y son artificiales. Dios no creó a las aceitunas con relleno. Por algo será", declaró el músico a los periodistas.

"Cuando mi chica me dejó por un surfista californiano me hice adicto al Espidifen, y al chupito de licor de manzana -ha confesado el artista- y empecé a leer ‘Tus Zonas Erróneas’. Mi vida dió un gran vuelco. En esa época compuse ‘Amigos para Siempre’, una canción superficial y deprimente. Ha sido mi mayor éxito".

"Estuve en Barcelona en el 92. Aquello era una juerga contínua, y corría mucha pasta. Pero yo sentía un gran vacío emocional, ahí, en medio de todos aquellos diputados, pintores, modelos de pasarela, presentadores de TV, drag queens y promotores inmobiliarios.

Ahora estoy en paz conmigomismo.

Tengo un leader, que tiene todas las respuestas, y mucha fuerza interior. Todo encaja. "

Después de sucesivos matrimonios y divorcios, Carles J. Pi está unido sentimentalmente a la rapera jamaicana ‘Jennifer Tevoyacontaruncuento’, con la que piensa casarse por el rito estritfaitel.

LUST, CAUTION

¿QUÉ ES SER TABLIGH?

 

¿Quiénes son los tablighs?

 

Leen el Corán, viven en el Raval, y tienen nitrocelulosa.

¿Son todos terroristas ? ¿el confidente dice la verdad?

 

Carles J. Pi / Lounge Factory

 

LA POESÍA ES FICCIÓN (Y UN CUERNO)

 

A las que hoy cumplen treinta y dos.


No me considero una persona demasiado atormentada.
Pero a veces la resignación se apodera de mí.
Qué le vamos a hacer, todo cambia.
Un antiguo compañero de clase está a punto de casarse
con una chica del opus dei;
otro lleva más de nueve meses en la mar
pescando ilegalmente;
nueve meses, todo un embarazo,
quizás se haya hecho persona en el vientre de la mar
ya que no lo hizo en el de su madre.
A veces una tremenda resignación se apodera de mí
porque cuando tu soledad choca con la mía
me hace daño.
Este sentimiento se parece, cómo decirlo,
a descubrir que cuando cumplimos veintiún años
las chicas que tenían nueve cuando nosotros teníamos trece
tienen ahora diecisiete.
Descubrir al final de una noche, violenta y repentinamente,
que ese amanecer culpable y aquellos tiernos pechos
que nunca osamos imaginar que llegaran a serlo
ya no serán nuestros.
No sé si se entiende dicho así.
Que nos damos cuenta de esto y de aquello,
que hemos apurado ya todos los vasos de nuestra ingenuidad.
Que perdemos la mayor felicidad por el más mínimo error:
por eso, los errores diminutos son los más dolorosos.
Los grandes errores, no tanto.
Podemos acurrucarnos y vivir dentro de ellos,
o dar vueltas alrededor.
¿Qué hacer, sin embargo,
con un error que no es sino el ala de un insecto?
La risa es la única terapia
para ciertos asuntos que nos preocuparon.
Pero ni siquiera eso es suficiente.
Como tampoco lo es cubrir espejos con sábanas
para ser invisibles. Sobre todo, eso.
Y que todo lo que perdemos en la vida,
lo hemos perdido por no ejecutar a tiempo,
hace ya mucho, un adagio, un saludo
o un gesto
de complicidad.

Harkaitz Cano ( San Sebastián, 1975 ) / Interpretación de los temblores / 2004

«EH, TÚ, TU TUTÚ»

Jo de Frankfurt no recordo res perquè anava tota cega.

Un conseller o un comissari m’acompanyava rere dels estands dels kurds, ben apartadets i ens ho fèiem i ens entonàvem. Després anava a algun estand perdut colombià i esnifava raigs de lluna. Al pavelló dels gringos ni pensar-ho; no podies passar ni un fotut manual d’autoimmolació, que les màquines de raig X ho detectaven. I així fins al diumenge.

El diumenge per la tarda els pavellons semblaven un cementiri o un camp de batalla fumejant. Era desolador. El clients havien fet les maletes. Jo portava una ressaca monumental i per fi vaig llançar les peses a les escombraries. Vaig etzibar un cop de peu a un llibre mig obert que hi havia en un passadís buit, tota fastiguejada. Vaig veure un editor amb la mirada perduda, en un estand que semblava una nevera de solter. Algú va apagar la meitat dels fluorescents.

La meva feina s’havia acabat. Em vaig posar melancòlica però només un moment perquè de sobte vaig sentir unes passes accelerades rere meu, em vaig girar i vaig veure un turc que brandava una catana així de gran que s’apropava i, fent una giravolta sobre ell mateix, va clavar-me l’estaca metàl·lica ben endins. Vaig notar la fulla freda que pujava de l’estómac a la gola i el gust amarg de la sang que brollava, i castells de focs que s’encenien al meu voltant, i música d’Stevie Wonder i el Llull perseguint un elefant desbocat dient-li: «Orifany! Orifany!», a en Pla clavant xinxetes en un mapa de la República, milions de contractes de traducció i bitllets de cinc-cents euros ballant com fulles mortes sobre el meu cap, oh, oh, ah, argggg.

Vaig caure a terra, òbviament. Com també vaig perdre el coneixement. I aleshores una taronja que parlava em va despertar i em va dir: «eh, tú, tu tutú.» I el gos unidimensional de color carn em va aixecar del terra, el pàjaro de bec multicolor va cantar unes bulerías en el meu honor i la paralímpica ballava un claqué sobre el parquet d’un bar que és diu El Paradís.

Ara ho entenc tot, em sembla. Posa’m un cubata.

Subal Quinina / Paper de Vidre 45 / BCN

GEORGE STEINER

“ En la tradición judía, enseñar es crear ”.

P. ¿Y el futuro de la narrativa? Usted polemizó con Salman Rushdie sobre el fin de la novela.

R. Hay grandes poetas y grandes compositores, pero lo mejor está en las biografías y en los ensayos científicos y políticos, porque hablan de las cosas realmente importantes, de lo que interesa a la gente. Estoy convencido de que hay tres grandes idiomas, la lengua, las matemáticas y la música. Yo no fui capaz de aprender matemáticas ni música, pero reconozco su importancia. Las matemáticas son un idioma universal.

P. ¿Qué futuro tienen a su juicio las humanidades frente a las ciencias?

R. Posiblemente, hoy en día, las ciencias y la tecnología se hayan hecho mucho más emocionantes que el ámbito de las humanidades. Ahora estamos volando alrededor de Marte y quizá sólo pasen diez años para que sea posible la creación de la vida molecular, quizá sólo falten diez años para solucionar el problema de la conciencia humana, del cerebro humano. Los mejores datos estadísticos nos muestran que más del 80% de los individuos con más talento está en el ámbito de las ciencias. En el Renacimiento, si hubiéramos estado en Madrid, Florencia o Roma, nos habría gustado comer con pintores o con gentes de letras, pero ahora es un gran privilegio para nosotros ir a comer con un científico. Son más interesantes y más modestos. Muchos de ellos intentan que comprendas lo que hacen. En Cambridge y en Harvard conocí a hombres y mujeres que habían recibido algún Nobel y no lo decían.

P. Usted es un apasionado de lo que llama el lenguaje compartido. Las distintas lenguas, las traducciones de un idioma a otro, ¿en qué medida intervienen en el entendimiento entre las civilizaciones?

R. Hasta los matrimonios se enfrentan con este problema. No nos entendemos los unos a los otros. Hacemos lo mejor que podemos pero caemos en fallos continuos. Ahora hay dos idiomas que se están difundiendo a nivel mundial, uno es el angloamericano, que en un futuro próximo todo el Planeta utilizará como lenguaje comercial, de ciencias, de tecnología. El otro idioma es el español, que se está extendiendo en la Costa Este y Oeste de Estados Unidos cuatro kilómetros cada año. Esto es fantástico. Hay 5.000 idiomas en el mundo y no existe la traducción perfecta. Y yo me alegro de esto, porque hacen la vida mucho más interesante.

George Steiner / Entrevista / El País / 27.10.01

CALLE 13 ATREVETE, TE,TE,TE

JACK JOHNSON COCOON