HIPPIE CHIC

 

Ségolène Royal ha vuelto al ruedo político con los brazos en alto, destilando energía y esgrimiendo un agudo sentido del humor. La última aparición pública de la ex candidata presidencial francesa ha causado sensación: ataviada con una informal chilaba de manga corta y pantalones a juego estilo ‘hippie chic’, Ségolène se metió al auditorio en el bolsillo gracias a su carisma, su espontaneidad y una puesta en escena rayana en lo místico. ¿Se convertirá en la nueva gurú del panorama político?

"Estoy aquí hoy y estaré aquí también mañana, pues nada me hará dar marcha atrás en el camino que he elegido y en el que andamos juntos", proclamaba el sábado por la noche la ex candidata presidencial francesa Ségolène Royal ante 4.000 personas, sobre la escena del Cenit de París. Vestida con una informal chilaba en tonos azules, la controvertida socialista francesa se desenvolvió a la perfección en la "reunión de fraternidad" organizada por su partido, seduciendo al auditorio parisino con una ágil mezcla de mensajes políticos contundentes e intensas dosis de ironía.
Con las manos acompañando el balanceo de sus caderas, Ségolène Royal se paseaba por el escenario dejando patente que aún tiene mucho que ofrecer. Lo cierto es que la ex candidata a la presidencia francesa, sin notas, apuntador, ni micro, sorprendió por su naturalidad. Utilizando una gestualidad rayana en lo místico y con un punto de descaro e ironía, hizo una aguda descripción de su situación actual en el partido, mencionando a "aquellos que ponen palos en la rueda desde hace tres años", "los agradables golpes bajos, los blandos ataques, los suaves robos, las amistosas presiones y las encantadoras pruebas personales…" Y continuó: "¡Y desde hace un año y medio, aquellos que se alejan alegremente y los que traicionan con gracia". No dejó de lado, sin embargo, su papel de líder socialista y afirmó que "en estos tiempos difíciles, la izquierda debe permanecer a pesar sus imperfecciones, sus retrasos, sus fricciones, la izquierda debe permanecer para hacer surgir una nueva Francia que espera ser despertada". Así, en un atípico mitin con aires un tanto místicos, una nueva Ségolène, más expresiva y menos encorsetada, pareció resurgir cual ave fénix en el panorama político galo. Y es que aunque ha puesto en "el frigorífico" su postulación a la dirección del Partido Socialista hasta el congreso previsto para Noviembre, Ségolène Royal ha dejado muy claro que va a presentar una dura batalla a sus competidores.

 

Irene Orce / La Vanguardia / 29.09.08

 

No hay nada tan estimulante como que te pongan las cosas difíciles, como ya le pasó y le seguirá pasando a Ségolène Royal, y si una mujer como ella que ha sido denostada  hasta la insolencia por sus fraternales compañeros de partido ha decidido soltarse en público con una informal chilaba de manga corta y hablar con toda naturalidad y con todo descaro y con toda ironía ante su auditorio significa que sabe perfectamente lo que quiere y que ha visto como conseguirlo, y que tratar de remover las formas y el tono y la manera de contar las cosas aunque esas cosas sean mensajes políticos, uuuhh, no es nada místico; lo que es místico es querer conservar la misma liturgia de siempre y los mismos credos de siempre y las mismas letanías de siempre, como haría cualquier otro en su lugar, es decir que ella sabe que no va a seducir ya a nadie si no rompe con las siempre tan amistosas y siempre tan convencionales repeticiones y rutinas y lugares comunes del discurso oficial y que un mensaje inteligente no es menos mensaje ni es menos inteligente por el hecho de que con las manos acompañe el balanceo de sus caderas, no lo es, y que saber interpretar con ironía las fricciones y las imperfecciones aunque sean las de casa es mejor que ocultarlas o que disfrazarlas o que no saber ni interpretarlas, mucho mejor Ségolène.

 

Carles J. Pi / Lounge Baobab Club / 30 de setiembre de 2008, día del pánico bursátil, peor que el 11-S.