WOMENOMICS

 

Y es que las mujeres están accediendo a productos y servicios que, hasta hace poco, estaban reservados mayoritariamente a los hombres: la tecnología, la banca, el automóvil… Y ese tiempo pasó. Hoy, la economía empieza a pensar en la mujer para mucho más que la belleza o la casa. Las cifras obligan. Eso es lo que piensa la consultora estratégica internacional The Boston Consulting Group (BCG). Según sus cálculos, los casi 2.000 millones de mujeres que trabajan en el mundo ingresan 7,1 billones de euros anuales. Y en el próximo lustro sus sueldos crecerán en 3,8 billones de euros debido, por una parte, a un aumento anual del 2,2% en el empleo femenino mundial y, por otra, a que la brecha salarial que existe entre la mujer y el hombre se va a ir recortando. Son palabras mayores.

Aunque van a sonar más alto pues, además del poder económico que tienen a medida que se incorporan al mercado laboral, las mujeres controlan el 65% de las compras mundiales, porcentaje que en Estados Unidos se eleva hasta el 80%. Según los datos que maneja BCG se trata nada menos que de un presupuesto anual de 8,7 billones de euros. Gasto que en 2013 habrá aumentado en 3,5 billones de euros, es decir, una magnitud superior al crecimiento esperado en los mercados de consumo chino e indio juntos, afirma el socio de la consultora estratégica BCG, Pedro Esquivias.

Conclusión: en los próximos años, las mujeres manejarán más de 23 billones de euros. De ahí que, en palabras de Tubella, nos encontremos ante "la próxima revolución de la mujer, que va a modificar la forma de trabajo y las organizaciones". No en vano, recuerda, En Estados Unidos y en Europa las estudiantes universitarias son prácticamente el 60% del total. Y no sólo son más, sino que sacan mejores notas que los hombres. Por eso pueden convertirse en las nuevas directoras de la orquesta económica internacional, como propugna el movimiento womenomics.

Avivah Wittenberg-Cox invita a las compañías a que aprendan a hablar el lenguaje femenino, a que introduzcan la cultura y los valores de mujeres en sus decisiones estratégicas. "Hombres y mujeres difieren y se complementan en sus comportamientos, física, neurológica y sociológicamente. En los últimos 100 años nos hemos acostumbrado a ignorar las diferencias para luchar por la igualdad. Ha llegado el momento de impulsar ambas, igualdad y diferencia", afirma la autora del libro How women mean business y fundadora del website www-WOMEN-omics.com. Ganamos todos.

Las empresas "tienen una cosmovisión centrada en los hombres y no consideran las diferencias de género ni los avances de la neurociencia que las demuestran", mantiene Alberto Pierpaoli, consejero delegado de la compañía argentina The Gender Group, especializada en márketing de género. "Para la publicidad y el márketing las mujeres son invisibles. Ya que se rigen por viejos esquemas que asumen que la forma de ser y de pensar es similar a la de los hombres. Hoy se comienza a aceptar un nuevo paradigma que dice que las motivaciones, valores y formas de decidir las compras son absolutamente distintas entre mujeres y hombres", añade.

 

El País / Carmen Sánchez-Silva / Fragmento / 27.04.2010

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