RICHARD DRESSER, DÍAS MEJORES

El Teatro de la Abadía en el Teatre Lliure hasta el 18 de enero !

 


   

ESPERADME EN EL CIELO

 

Algunas tardes en la terraza sobre el mar del deslucido Sporting Club de Beirut, Maruja Torres, fumando narguile, me leía pasajes del texto de su novela, entonces en gestación, Esperadme en el cielo. Era una obra que había planeado escribir antes de La amante en guerra (2007), una intrahistoria entre relato de ficción y reportaje novelado, sobre las jornadas bélicas de aquel estío de hace tres años. Con la obra ahora premiada, Maruja ha vuelto a sus temas iniciales de la Barcelona de las décadas de la dictadura y del tiempo de las ilusiones de los cambios surgidos con la libertad; también de la "década prodigiosa", como la llamó Terenci. Es una novela que evoca una generación literaria, la de sus amigos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán, y el aire de un tiempo extinguido. "Mientras vivimos" que obtuvo en 2000 el premio Planeta y "Un calor tan cercano" tienen elementos autobiograficos. En "Un calor tan cercano" describe el tiempo de la amarga posguerra de las gentes del Raval. En este 65 aniversario del Nadal, con la primera novela "Nada" de Carmen Laforet, "Esperadme en el cielo" vuelve a ser otra obra ambientada en Barcelona de la pluma de una escritora. Maruja Torres se ha convertido en novelista de Barcelona y de Beirut, dos ciudades en la orilla del Mediterráneo. "Beirut es una novela que se ha metido en mí", escribió en una de las primeras páginas de ‘La amante en guerra’. En el 2003 publicó Hombres de lluvia,que es una intriga con el trasfondo de las guerras. Y en 1999, Mujer en guerra,donde evocaba las peripecias de la vida de la enviada especial a conflictos bélicos, y donde dedicaba un primer capítulo al Líbano. La autora ha intoducido Beirut en la literatura española, porque Líbano no pertenece al ámbito de nuestra influencia ni política ni cultural. Las escandalosas, indescifrables guerras secretas de tres décadas alimentaron, sin embargo, reportajes, crónicas de corresponsales de prensa que acudían a Beirut, convertido en paraíso infernal de periodistas, en capital viva del surrealismo. En el texto de ‘Esperadme en el cielo’ hay un pasaje en el que la escritora describe las fuentes del río Adonis, el río Nahr el Ibrahim que desemboca en el mar cerca de Biblos. La leyenda de Adonis nació, también, en la antigua tierra fenicia. Dentro de pocos días Maruja y yo volveremos a vernos en Beirut, antaño la ciudad alegre y confiada del Mediterráneo oriental.

 

Tomás Alcoverro / Beirut / 8.01.09