ASUNTOS INTERNOS

 

S’han detingut set persones, entre els quals hi ha dos mossos d’Esquadra relacionats amb diversos fets delictius. La Direcció General de la Policia ha obert un expedient disciplinari i ha suspès cautelarment de sou i feina als dos agents. Els detinguts passaran a disposició judicial durant els propers dies. Arran d’una investigació realitzada per l’Àrea d’Investigació Interna de la Divisió d’Afers Interns, agents de la Policia de la Generalitat-Mossos d’Esquadra han desmantellat un grup de lladres especialitzat principalment en furts que actuaven en establiments comercials i al metro de Barcelona. Als detinguts, que formaven part d’un grup molt actiu, se’ls imputen els delictes contra la salut publica, falsificació de moneda, falsificació de document, tinença il·lícita d’armes, receptació, robatori amb intimidació i delicte continuat de furt. Fruit de la investigació policial, els agents han pogut relacionar amb el grup dos agents del Cos de Mossos d’Esquadra de la Regió policial Metropolitana Barcelona, que estarien implicats amb alguns dels fets investigats. Es tracta de R.B.V, de 25 anys, i de O.R.R, de 32 anys, aquest darrer estaria presumptament implicat amb un robatori amb violència i intimidació. A l’altre agent, R.B.V, se l’imputen els delictes que recauen en tot el grup més els que fan referència a delictes de revelació de secret i d’omissió del deure de perseguir delictes. La resta de detinguts, majoritàriament procedents de Països de l’Est, són S.O., de 25 anys, nascut a Bosnia, L.D, de 18 anys, nascuda a Romania, T.O., de 22 anys, nascut a Croàcia, B.M.S., de 29 anys, nascut al Brasil, i A.D., de 36 anys, nascut a Romania.

 

Departament d’Interior, Relacions Institucionals i Participació

Nota de Premsa / 26.01.09

 

La división de asuntos internos de los Mossos d’Esquadra detuvo en la madrugada de ayer a dos agentes destinados a seguridad ciudadana de la comisaría de Sants Montjuïc de Barcelona. La investigación contra los dos policías, que ha dirigido el titular del juzgado número 22 de Barcelona, se inició hace seis meses, cuando uno de los acusados apareció en conversaciones telefónicas en el transcurso de una investigación a un grupo de delincuentes rumanos que actuaban principalmente en el metro. Las pesquisas determinaron que este agente, de 25 años, dirigía la banda. Los dos mossos fueron arrestados a las tres de la madrugada junto a otras cinco personas, integrantes del grupo de delincuentes. A uno de los agentes, asuntos internos le encontró en su domicilio una pistola con el número de serie borrado, una porra eléctrica, una importante cantidad de cocaína y, en menor cantidad, hachís. También se le decomisaron diferentes objetos de procedencia ilícita –joyas, televisores, cámaras de fotos, teléfonos móviles…–, así como documentación de víctimas de hurtos. Los dos policías se encontraban anoche incomunicados en sendas celdas de la comisaría de Les Corts. Hoy serán interrogados y es difícil que pasen a disposición judicial antes de mañana. Las pesquisas se iniciaron hace seis meses. La unidad de investigación del área regional de transporte urbano iba tras un grupo de rumanos especializados en hurtos. En uno de los teléfonos intervenidos apareció la voz de un mosso. El caso se trasladó entonces a la división de asuntos internos. El agente en cuestión, que entonces estaba destinado en un grupo de paisano de la comisaría de Sant Martí y que se dedicaba a la lucha contra los reincidentes que roban al descuido, había iniciado una relación sentimental con una joven rumana con antecedentes policiales.
Los seguimientos al agente demostraron que se había convertido en el líder de los delincuentes. Incluso alguna vez se quedó con parte del dinero extraído de las tarjetas de crédito robadas. Les daba información policial y les adiestraba en cómo evitar ser detenidos.
En algún momento flirteó con algún traficante de drogas y de ahí que en su casa, que compartía con la chica rumana, la policía hallara una bolsa de cocaína y una balanza de precisión. El otro mosso, de 32 años, tiene una implicación menor en los hechos. La división de asuntos internos solo le atribuye un robo con violencia e intimidación, en colaboración con el otro agente, a dos delincuentes magrebís a los que arrebataron el dinero que acababan de robar. Los dos detenidos son de las últimas promociones incorporadas al cuerpo, de la 18ª y 19ª. Interior difundió ayer una nota con los hechos.

 

Mayka Martín / El Periódico / 27.01.09

 

Es una verdadera suerte que asuntos internos esté tan pendiente como está de las relaciones sentimentales de los agentes de la 18ª y de la 19ª promoción, que son muy jóvenes y que caen fácilmente en las redes de los países del este [vaya redes más tupidas], y que se dejan llevar por el descuido y que flirtean con traficantes de drogas, aunque de manera inconsciente y sin ninguna mala intención ni ningún plan preconcebido ni estrategia alguna, sino más bien por amor por la chica rumana de dieciocho años, y que lo que sucede realmente es que no te das cuenta ni te enteras lo más mínimo de nada y el día menos pensado ya te encuentras con una bolsa de cocaína y con una balanza de precisión y con un número determinado de tarjetas de crédito robadas [sin que tu sepas nada] en el cajón del mueble bar del comedor, y todo es un despropósito del que no te das cuenta hasta que estás metido de lleno hasta el fondo, y todo se precipita y todo se lía cada vez más, hasta que te ves una madrugada en la celda de los incomunicados como si fueras un imputado cualquiera, o lo que es peor, como si fueras un rumano o como si fueras s.o, el bosnio, o como si fueras l.d, la rumana, o como si fueras t.o, el croata, o b.m.s, el brasileño, o a.d., de treintayseis años y nacido en rumania [mala suerte]; y me parece de lo más normal que te suspendan cautelarmente el sueldo y el empleo y la confianza de tus superiores y que te abran un expediente, al menos por unos días, hasta que se aclare todo el detalle y todo lo circunstancial y se vea el fundamento del delito y se analize el delito y el adeene de todo lo que se sucedió, y que se entienda claramente la verdad, es decir las consecuencias del amor y del dejarse llevar y del ir en metro, o lo que es lo mismo, la presunta inocencia y la injusticia y el riesgo laboral, que no se puede aguantar.

 

Carles J. Pi / Lounge Baobab Club / 27 de enero de 2009, en las pesquisas.