ATARDECER EN SKANE

 

El parque es alto. Y como quien sale de una casa,

salgo de su crepúsculo

a la llanura y al atardecer. Al viento,

al mismo viento que también las nubes sienten,

los ríos claros y los molinos de aspas,

que van moliendo lentos al pie del cielo.

Ahora yo también soy una cosa en su mano,

La más pequeña bajo estos cielos. Mira:

 

¿Es esto Un cielo?

Beatífico azul pálido,

En el que se congregan nubes cada vez más limpias,

Y por debajo, todos los blancos,

Y por encima ese gris tenue y grandioso,

Que bulle tibio sobre un fondo rojo,

Y en la cima de todo los rayos serenos

Del sol declinante.

 

Extraño edificio,

Que se mueve en sí y por sí se sostiene,

Formando figuras, alas enormes, pliegues

Y cordilleras ante las primeras estrellas,

Y de repente, allí: un portal en aquellas lejanías

Que acaso sólo conocen las aves…

 

Rainer Maria Rilke / El libro de las imágenes / 1906

 

 

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