LETRAS Y GAMBAS

 

La cosa se puso divertida -por llamarla de algún modo- cuando Oriol Bohigas, hablando de Josep Maria Espinàs, sacó a relucir su ‘fidelitat a la llengua i al país’. No podía ser más oportuno, sobre todo teniendo en cuenta que, en su día, Terenci fue tildado de ‘traidor’ por pasarse al castellano y que Marsé ha escrito toda su obra en esta lengua. ¿O es que acaso Marsé no se ha sentido siempre fiel al país (al de su padre, Pep Marsé, que le enseñó a ‘combinar la concienciación con la escalivada’) escribiendo en castellano? La frase de Bohigas sonaba algo vieja y gratuita en ese acto, y más teniendo en cuenta lo que escribió Moix: ‘Curiosament, si la nostra literatura s’ha salvat, si alguna cosa ens atreu d’ella, no és l’abnegació, sinó el talent; no és la resistència, sinó el geni. I si algú s’escandalitza d’aquesta afirmació, que passi llista, sisplau, dels autors catalans que, avui, ens interessen, i em donarà, probablement, la raó’. Y Espinàs ocupa un lugar destacado en esta lista.
En cuanto al homenaje que el profesor Lluís Izquierdo hizo de la novelística de Marsé, se me antojó, eso, un tanto profesoral, más propio de una aula universitaria que del salón municipal, aunque he de agradecerle que silenciase las palabras que Marsé dedica a Barcelona en La oscura historia de la prima Montse: ‘La hermosa ciudad apestada, Barcelona, capital del desamparo emigrante, cortesía de archivo y de este sutil refinamiento de preclaros mamarrachos que se ha dado en llamar seny’. Al alcalde Clos podría haberle dado un patatús.
Lo mejor: el bufé. Había botellas de Jack Daniel’s y de ginebra Bombay. ¡Y canapés de gamba! La próxima ocasión, prescindan de las invitaciones y decreten la entrada, la barra libre. 
Una vez al año, una gamba no hace daño (¡piensen en las elecciones!).

Joan de Sagarra / Letras y gambas / El País / 27.10.2002