POESIA I MÉS

 

Raimon, Pau Riba, Toti Soler, Sílvia Bel i Albert Roig,

principals incentius del Festival ‘Poesia i +’ de Caldes d’Estrac

 

El programa del Festival d’estiu ‘Poesia i +’ de Caldes d’Estrac ja s’ha presentat oficialment. Organitzat per la Fundació Palau i Fabre té el suport de la Institució de les Lletres Catalanes i de l’ajuntament. Aquest festival, basat en l’espectacle d’arrel literària, fa enguany un salt qualitatiu i territorial. L’inaugurarà un recital antològic de Raimon (27 de juny) i el clausurarà el nou projecte del poeta Josep Pedrals, ‘Els nens eutròfics (d’en Pedrals)’, un concert de pop rock en quintet (27 de juliol). Teniu tot el programa (pdf) a disposició.

El programa és ple de propostes basades en textos d’autors catalans desapareguts: l’actriu Sílvia Bel i el poeta Albert Roig estrenen una lectura dramatitzada de ‘La mort i la primavera’ de Mercè Rodoreda; el guitarrista Toti Soler i la rapsoda Cinta Massip estrenen ‘El meu amor sense casa’ amb poemes de Maria-Mercè Marçal; Imma Colomer i Dioni Chico ofereixen ‘La màgia de Calders’; ‘Senzillament (coses de l’Ovidi)‘ és una idea de Jordi Vidal i Toni Xuclà sobre Ovidi Montllor; i a partir de l’obra de Maria Àngels Anglada, Josep Tero, Ferran Martínez, Pepa López i Carme Callol han forjat ‘Et deixaré la veu’.

 

vilaweb.cat / 20 de juny de 2008

http://www.vilaweb.cat/www/noticia?p_idcmp=2902377

 

YO ESCRIBO

 

Escribo sobre la vida de mi tierra, Israel. Esa tierra torturada, desesperada, envenenada por una sobredosis histórica, por un exceso de emociones humanamente incontenibles, un exceso de acontecimientos desmesurados y tragedia, un exceso de ansiedad y de vigilia paralizante, un exceso de memoria, de esperanzas perdidas, circunstancias de un destino singular entre todas las naciones; esa tierra cuya existencia parece a veces una historia de proporciones míticas, una historia sobrehumana hasta tal punto que algo ya no funciona en su relación con la vida misma; una tierra cansada de la imposibilidad de llevar, algún día, la vida normal de un país entre otros, de una nación entre otras.

Nosotros, los escritores, pasamos por tiempos de desesperanza y tiempos de menosprecio hacia nosotros mismos. Nuestro trabajo es, en esencia, el trabajo de deconstruir la propia personalidad, de destruir algunos de los más arteros mecanismos de defensa que posee el hombre. Abordamos de manera voluntaria los más toscos, los más repulsivos, los más crudos materiales del alma. Nuestro trabajo nos conduce una y otra vez a reconocer nuestras taras, como humanos y como artistas.

Y, no obstante, he aquí el gran misterio y la alquimia de nuestras acciones: de alguna manera, tan pronto nuestra mano toca la pluma, o el teclado de la computadora, cesamos ya de ser la víctima impotente de eso, lo que sea, que nos esclavizaba y nos devaluaba antes de comenzar a escribir. Ya no más nuestro predicamento ni nuestros miedos privados, no más la “narrativa oficial” de nuestro país, ni el destino mismo.

Escribimos. El mundo no se cierra sobre nosotros. Qué afortunados somos. El mundo no se hace cada vez más pequeño.

 

Yo escribo por David Grossman

Conferencia pronunciada en la Cátedra Arthur Miller / Fragmento

Letras Libres / Junio de 2008 / Traducción de Marianela Santoveña

http://www.letraslibres.com/index.php?art=12980