RENDIRSE, A VECES.

 

Todo empieza por la sensación.

Casi siempre visual. Es una luz.

Crees que estás ahí -todo el mundo lo cree- , en alguna parte, pero no sabes dónde estás.

 

¿Alguien lo sabe?.

Nadie contesta.

 

Luego viene que se abren muchas puertas. Es –verdaderamente- increíble.

Increíble realmente, no poéticamente.

No son puertas, sino espacios, y conexiones, y libertades, y tantas cosas.

 

No son las puertas del futuro lo que se abre. El amor no tiene futuro.

Son las puertas de la memoria.

 

No te enamoras de nadie. Enamorarse de alguien es mentira.

Te enamoras con alguien.

 

Lo que sucede no le sucede al otro.

No te pasa a tí. Me pasa a mí.

 

¿Proyectamos un deseo?. No.

Volvemos al deseo.

 

No te enamoras de ella. Te enamoras porqué ella está ahí.

Lo que te dices es:

Puedo volver a ser. Puede ser.

 

Lo que te encuentras es lo que eres. Siempre.

 

Y, según como, te rindes.

 

Carles J. Pi

28 d’octubre de 2007 / El día después de algo que no es casualidad.

 

3 comentarios

  1.   Me gusta lo que has escrito, esta muy bien, es bastante verdad, aunque yo creo que le falta un poco de "chispa"no?
    en el amor siempre la llave la tiene el otro, porque sera? si segun tu nos encontramos a nosotros, es que no das tu llave nunca?
    Perdoname si entendi algo mal, es que estoy muy baja de amores.
      Pero sabrias explicarmelo, como dices y segun como, te rindes, segun como te lo pone el otro no?
    Yo corregiria un poco este texto pero ahora no tengo tiempo, y aunque estoy hecha un "felpudo", me encanta hablar de amor.

  2.    Por cierto, gracias por escribir en castellano. Isabel de murcia

  3. entonces o ella sigue ahi o nada no? Pos hijo es verdad todo eso que escribes pero….chico a mi gustan los finales rosas, que le vamos a hacer.


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