ME ESCRIBO

 

Hora de la Comida. Solventemente preparada para una vida y existencialmente atormentada por la otra, entro en el mundo laboral por una puerta muy ancha. Mi primer amante de habla hispana huye despavorido del Simca Mil cuando le digo, con la más pícara de mis sonrisas, que no me había puesto calzoncillos. En ese coche aprendí que los calcetines no eran los calzoncillos. En la facultad no. Trabajo de alta ejecutiva para distintas empresas multinacionales. Viajo por el mundo, por ese al que se llega con billetes de avión. Saco visas para ese territorio que no tiene espacio ni límite; yo. Leo a Sócrates y me adscribo a la escuela del poeta beocio Píndaro; “Llega a ser quien eres”. Me empieza a envenenar la metafísica, empiezo a conocer con la yema de los dedos, continuo ingresando mucho papel. Lo rompo. Me pregunto a voces. 15 horas 53 minutos. Existió un motivo fundamental para ejercer la prostitución: conocerme. Existió un motivo fundamental para hacerlo público: que podía existir ese motivo para ejercerla. Me recoso. 17 horas 3 minutos. Conozco a mi heterónimo: Valérie Tasso. Ella preserva a mi familia de origen. Empiezo a escribir. Uno sólo se escribe a si mismo. Mis habilidades de puta se vuelven funcionales, mis dudas sobre la condición humana agujerean mis tímpanos. No me faltan pardillos varios de pelaje multiforme y neurosis manejables que me sostienen en lo crematístico. Pardillos que caen. Pardillos que exigen. No me falta un mecenas. No me falta amor por él. Construyo libros. Sobre la condición humana. Me llaman “junta palabras” en un programa de televisión. Sonrío y le alargo un pañuelo. Mientras, me proyecto internacionalmente. Mi trabajo visita el mundo, con visas y billetes de avión. Me escribo.

 

Valérie Tasso

http://www.valerietasso.com/

EL BOOM

 

 

El boom de la inmigración, que ha traído a España casi cuatro millones de extranjeros (en cifras oficiales) en los últimos siete años, ha pospuesto uno de los mayores anatemas de la sociedad moderna: el final del sistema público de pensiones. Según los cálculos de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, Fedea (en cuyo patronato está, entre otros, el Banco de España), la aportación de los inmigrantes a la Seguridad Social ha retrasado en siete años, del 2025 al 2032, el ocaso de la hucha de las pensiones. En el informe se repasan también los efectos económicos de la inmigración. Según Boldrin, los inmigrantes aportan casi un 11% de la riqueza nacional, lo que coincide con su peso en la población total. El economista defendió a ultranza la importancia de la mano obrera inmigrante en el crecimiento económico español, no sólo a tiempo pasado sino también para el futuro.

Así, cree que no es conveniente la idea de incentivar con el pago de la prestación por desempleo el retorno de los inmigrantes a sus países de origen, tal y como ha aprobado el Gobierno Español. Boldrin entiende que esto es una equivocación ya que estos inmigrantes ya han sido formados en España y tienen el aprendizaje adecuado. "Se desperdiciaría capital humano", aseguró. Cuando vuelva a ser necesaria la mano de obra, vendrán otros inmigrantes que habrá que volver a adiestrar de nuevo. Boldrin aboga por buscar la movilidad de la mano de obra inmigrante que quede en paro, impulsando otros sectores productivos más allá del ladrillo. Otro dato que demuestra la importancia de este segmento de la población es que el 40,3% de los inmigrantes viven en alquiler, lo que da margen a que sigan comprando casa. Los inmigrantes han sido uno de los principales catalizadores de la subida del precio de la vivienda. Sin embargo, desde Fedea cree que ha habido un desajuste de 600.000 viviendas entre la oferta y la demanda. En cuanto a los servicios médicos, los inmigrantes usan más las urgencias que los españoles (27,3%), pero van menos al médico y a los especialistas.

 

Público.es / Fragmento / 17.10.08