Després de la polèmica sobre la “celebritat” d’Obama i la raça, ara és un llibre sobre el senador d’Illinois, escrit per un conegut assagista conservador, el que ha encès novament la polèmica. Es tracta del bestseller The Obama nation: leftist politics and the cult of personality (La nació d’Obama: polítiques d’esquerres i culte a la personalitat), un pamflet en què es dóna peu a mites sobre Obama com la seva suposada fe musulmana i el radicalisme esquerranós del candidat. Jerome R. Corsi, l’autor de l’obra, és el mateix que fa quatre anys va publicar un llibre en què posava en qüestió el full de serveis de l’aleshores candidat demòcrata a la Casa Blanca, John Kerry, al Vietnam, condecorat pel seu heroisme durant la guerra. Dijous mateix, l’equip del senador demòcrata va fer públic un document de 40 pàgines en què es refutaven les afirmacions del llibre. “Jerome Corsi és un mentider desacreditat que està venent una altra escòria per continuar amb la política Bush-Cheney que va ajudar a perpetuar fa quatre anys”, va denunciar ahir el portaveu d’Obama, Tommy Vietor. “Respondrem aquestes difamacions amb contundència, amb tots els mitjans que tinguem a l’abast”, va afegir. Corsi fa seus al llibre molts dels rumors sobre el candidat demòcrata que els darrers mesos han circulat pels blogs de la dreta més conservadora nord-americana i en missatges de correu electrònic anònims. L’autor insinua, sense aportar cap prova, que Obama, que ha reconegut haver tastat la marihuana i la cocaïna quan era adolescent, encara consumeix drogues. També alerta del suposat “esquerranisme extrem” del senador que, al seu parer, portaria el país a la ruïna, dels seus presumptes vincles amb moviments radicals tant islamistes com negres des que era un nen, del seu pacifisme ingenu i de la voluntat de cosir a impostos els contribuents nord-americans per repartir els diners al Tercer Món.
Diari Avui / Washington / Fragment / 17.08.08
Jerome R. Corsi es un brillante narrador y un abanderado de la causa de la verdad por encima de todo y cueste lo que cueste, aunque haga daño, aunque haga daño a los demócratas. No debemos infravalorarle sino más bien sentir pena por él, aunque no demasiado rato, no más de tres o cuatro segundos. En el fondo es un buen tipo que se ve que sufre; y sufre porque ha tenido un sueño, un dream, un mal dream, y ha visto a su país, ha visto a los Estados Unidos de América que él tanto adora y ama y mima gobernados por un desalmado islamista, drogadicto y radical de izquierdas, que las tres cosas vienen a ser lo mismo lo mismo no nos engañemos, un islamista convencido que además nos oculta detalles siniestros de su biografía como que una noche, en su casa de Illinois, y sin ningún motivo aparente pero bajo los efectos de alguna sustancia prohibida estampó un ejemplar dedicado de la Biblia contra la pared de la biblioteca familiar y en presencia de sus hijas y de su sacrificada esposa, pobres criaturas, y empezó a recitar compulsivamente párrafos enteros del Corán que se sabía de memoria, de memoria, imagínense ustedes el espectáculo y el escándalo y el trauma sin duda inenarrable que provocó a todos; y que aún siendo esta barbaridad lo más vergonzoso y lo más triste del mundo no es nada comparado con lo que podría llegar a suceder, dios no lo quiera que no lo querrá ni lo permitirá, que este inconsciente por decir algo cristiano y evangelista llegara a ocupar la Casa Blanca que no quiero ni llegar a imaginarme la de impuestos y tasas y contribuciones que nos haría pagar a todos con el fin único de repartir el dinero nuestro dinero a la gente del Tercer Mundo empezando claro está por sus amigos y sus hermanos y sus imanes islamistas que tiene compinchados por todas partes y que están todos esperando como una bendición de Mahoma que el pueblo de los Estados Unidos de América se deje por fin engañar y engatusar y convencer y como consecuencia el infiel Barack Obama, descendiente de una tribu de salvajes de Kenia, sea nombrado con todas las de la ley Presidente de la Nación más poderosa del mundo como si nada, no lo vamos a permitir, no.
Carles J. Pi / Lounge Baobab Club / 18 d’agost de 2008