CUATRO, POR LO MENOS

 

 

Scene da una campagna elettorale. Ieri un cronista chiede a John McCain quante case possieda. Lui resta interdetto, risponde incerto di non ricordarlo: “Chiedete al mio staff”. Lo staff risponde: “Almeno quattro”. Ma poi si scopre che tempo fa Newsweek aveva scritto “sette”, mentre il senatore Schumer, democratico, aveva parlato di “sei case” (oltreché di “scarpe da 500 dollari”). In poche ore gli uomini della campagna di Obama preparano uno spot che ha un tono di schermo (vedi qui). Ricordano che McCain ha dichiarato che “l’economia è forte”. Si chiedono come faccia a occuparsi dell’economia americana un uomo che non ricorda quante case ha. McCain ha sette case, ricorda lo spot, ma c’è una casa che gli americani non possono concedergli: e sullo sfondo compare la Casa Bianca.

Lo spot è divertente, ma dimostra che i toni della campagna stanno cambiando. Obama è in difficoltà e comincia ad attaccare McCain suol piano personale. Il partito lo segue. Due pezzi da novanta come il governatore del Kansas Kathleen Sebelius e quello del Tennessee Phil Bredesen hanno inserito la storia delle case di McCain nei loro discorsi. Altri esponenti hanno indetto conferenze stampa davanti alle rispettive abitazioni. Tutti lanciano lo stesso messaggio: milioni di americani stanno perdendo la casa per la crisi dei mutui e il candidato repubblicano non ricorda quante case ha?

Obama comincia a usare le maniere rudi. Ha bisogno di incrinare l’immagine di McCain, che gli americani considerano “il buon vicino della porta accanto”, appiccicandogli l’immagine del ricco che non capisce i problemi della povera gente, oltreché quella del vecchio che sta perdendo la memoria e non è più affidabile. Obama ha in banca 65 milioni di dollari da spendere per sporcare la reputazione del suo avversario. E almeno altri 150 sono in arrivo. La campagna elettorale e’ cominciata.

 

Enrico Pedemonte / Cronache americana / L’espresso / 21.08.08

MÁS A LA IZQUIERDA

 

A los humanos nos gusta pensar que tomamos las decisiones después de sopesar la información disponible y comparar las opciones que se nos presentan. Sin embargo, estudios recientes confirman que la mente escoge con frecuencia el camino sin pedirle cuentas a su propietario. Una de estas investigaciones se publica hoy en Science. Sus autores afirman que los resultados podrían ayudar, entre otras cosas, a incrementar la precisión de las encuestas electorales.

El artículo, elaborado por investigadores de las universidades de Ontario en Canadá y Pádova en Italia, muestra cómo es posible predecir las decisiones que una persona tomará en el futuro respecto a un asunto sobre el que aún no ha tomado una decisión consciente. Para llegar a esta conclusión, los autores realizaron un estudio con 129 habitantes de la ciudad de Vizenza a los que preguntaron sobre sus opiniones en torno a la ampliación de una base militar estadounidense cerca de la ciudad. A los voluntarios se les realizaron tres pruebas: una pregunta simple en la que se les interrogaba sobre si estaban a favor o en contra de la ampliación, o si permanecían indecisos; diez cuestiones sobre los argumentos para sustentar su opinión; y un test con el que se medían las asociaciones automáticas, positivas o negativas, sobre ello. Las pruebas se realizaron dos veces con una semana de separación y se compararon los resultados.

 

Los investigadores observaron que los participantes que ya tomaban una decisión consciente en la segunda prueba, pero aún no lo tenían en la primera, se habían visto muy condicionados por las asociaciones automáticas observadas en la primera medición. En el caso de los participantes que ya tenían una decisión tomada en el primer test sucedió lo contrario. Las asociaciones automáticas se vieron reforzadas en la dirección de la opinión expresada por los voluntarios durante la primera encuesta.

La capacidad de medir estas asociaciones automáticas, positivas o negativas, podría permitir conocer la decisión que tomará en el futuro una persona indecisa. En el caso del estudio publicado hoy el grado de acierto en la predicción rondó el 70%.


Timothy Wilson, de la Universidad de Virginia, explica también en Science que estos mecanismos pueden ser fruto del proceso evolutivo. Sin este piloto automático, dice el investigador, “estaríamos atascados ponderando cada pequeña decisión, como poner primero el pie izquierdo o el derecho”. “Pero como resultado”, indica Wilson, “somos a menudo extraños para nosotros mismos, incapaces de observar directamente el funcionamiento de nuestra propia mente”.

 

Daniel Mediavilla / publico.es / Madrid / 21.08.08

 

Vaya, Timothy, pues no somos tan ponderados como parece, más bien no ponderamos nada, simplemente nos dejamos llevar por las asociaciones automáticas, que son las que hacen el trabajo sucio. Yo ya lo había notado, que lo de sopesar la información disponible y comparar las opciones que se nos presentan algunos días me cuesta, y además me produce desánimo, porque es como si no acabara de ver, entre las opciones que se nos presentan, nada que me parezca lo bastante convincente, las unas porque no lo son y las otras porque no lo parecen o lo parecen demasiado poco. No es que sea un indeciso, eso nunca, sino que es probable que mi instinto haya llegado a la conclusión de que bueno, si tenemos la propiedad de las asociaciones automáticas por algo será, no debe ser por un capricho de la evolución, así que es mejor confiar en ellas o es mejor confiar a ellas lo que sea, que lo que sea será. Al fin y al cabo, lo que decides es subcontratar. En cambio no me acaba de convencer lo de que esos científicos, aunque sean de la Universidad de Virginia, se dediquen a tomar medidas a mis automatismos, con la finalidad de predecir mis comportamientos y mis decisiones y de observar directamente el funcionamiento de mi propia mente. Creo que se van a llevar más de una sorpresa y aunque no quiero adelantarles nada le diría a Timothy que cuidado con sacar conclusiones y comparar resultados y que tenga en cuenta que hay una parte de mí que no está en mi propia mente y que no la va a localizar así como así aunque consiga husmear entre mis lóbulos y que le parezca que ha encontrado algo, no, Timothy, no es por ahí, es más a la izquierda y es por debajo de las costillas, lo sé.

 

Carles J. Pi / Lounge Baobab Club / 22 de agosto de 2008, quizás.

LA IDEOLOGÍA Y LOS RÓTULOS

 

John McCain acaba de sacar una versión en español de un comercial en el que le acusa a usted de querer subirle los impuestos a las familias de clase trabajadora. Como usted sabe, eso incluye a la mayoría de los latinos. ¿Le gustaría responder?

 

Por supuesto. Todos los análisis independientes han dicho que mi plan le da más alivio fiscal a las familias trabajadoras que el de McCain. Si tú ganas menos de 150,000 dólares al año, bajo mi plan recibes un recorte de impuestos. Yo ofrezco tres veces más recortes fiscales a familias trabajadoras que John McCain.  Su plan deja a 100 millones de familias sin recorte alguno, pero al mismo tiempo, corta impuestos a ricos y a corporaciones. Permíteme hacer énfasis en algo: McCain puede sacar todos los comerciales que quiera. Pero la realidad es que sus medidas son indistinguibles de las de George W. Bush. Si la comunidad latina piensa que le ha ido bien con las políticas de Bush en economía y en inmigración, entonces deben votar por McCain. Si quieren un cambio fundamental y tener un gobierno más incluyente y compasivo, que funcione para la gente trabajadora, entonces que voten por mí. Yo tengo 20 años de experiencia en eso.

 

Hay un nuevo presidente en Paraguay, y es otro país sudamericano que elige a un socialista. Esto añade a toda una región que está siendo gobernada por líderes que tienen un punto de vista socialista. ¿Le preocupa que sea demasiado tarde para que Estados Unidos reinicie diálogos con América Latina para mejorar las relaciones y las posibilidades de trabajar en temas conjuntos?

 

No pienso que sea demasiado tarde, pero requiere cambiar las prioridades. George Bush y John McCain han vivido obsesionados con Irak. Gastamos más en un mes de guerra en Irak que lo que gastamos en ayuda a toda América Latina en un año, así que no me sorprende que la región se sienta abandonada. Sin embargo, la elección de Paraguay es una expresión democrática. Muchos hicieron ese argumento con la elección de Lula en Brasil, que era un izquierdista y que iba a ser anti americano. De hecho, él ha liderado a Brasil hacia un crecimiento economico sin precedentes y está buscando activamente una mejor relación con Estados Unidos. La clave para el gobierno estadounidense está en aprovechar estas nuevas relaciones, no obsesionarse con la ideología y los rótulos. Decirles a la gente de América Latina que ellos nos importan. Que nuestros intereses no son sólo militares o de interdicción de drogas, sino que queremos que la gente prospere y ayudar a aliviar la pobreza. Si hacemos eso, si enviamos esas señales, tendremos una relación muy sólida con América Latina.

 

Pilar Marrero entrevista a Barack Obama para La Opinión NY / 20.08.08