COMO AL PRINCIPIO

 

Con las cosas del querer no se juega, y menos aún con juguetes de por medio es decir con esas cosas que sirven para lo que sirven cuando sirven. No. No se trata de buscar el artificio por el artificio aunque a veces costaría tan poco que dan ganas de ponerse a buscar, es lo que pienso en este momento a pesar de que lo que menos me cuesta es precisamente jugar y jugar a jugar. La he visto en la cafetería y me ha parecido todavía menos normal de lo que normalmente ya me parece, así que realmente es extraordinaria, no es posible dudar de lo extraordinaria que es y debo reconocer que lo que más me seduce de ella, si es que tiene algún sentido creer que al decir de ella estemos hablando efectivamente de ella sin que ella lo sepa, como siempre es la expresión. Lo que está a la vista a la vista está y no hay que darle más rodeos, son unas piernas y una cintura y una manera de mover los hombros y todo lo demás, y vaya con todo lo demás, pero al fin y al cabo lo que duele es la expresión. Siempre duele la expresión y lo demás son cuentos. Se ha repetido tanto lo del alma y lo del espejo del alma que algunas veces como ahora hace un momento no estás seguro de si lo que te ha dolido al verla frente a frente, de ella, sea el alma o sea por el contrario el espejo del alma, no lo sé en este justo instante y creo que no lo sabré por el momento, hasta que no consiga cerrar el círculo y esto se dice pronto. Sin embargo parece todo tan nuevo y realmente es tan nuevo que de nada te sirve lo que ya has descubierto, esto es otra cosa, y hay que ser muy tonto para creer que sea cierto lo de que todas son iguales, no. Nada es igual a lo que se siente, esta vez, ante sus ojos y no se puede comparar a lo que sentiste aquella vez porque lo que llevas ahora encima no se parece en nada a lo que llevabas, ¿porqué se cree todo el mundo que tenemos un solo cuerpo y que siempre es el mismo, el mismo, si todo lo que es real y verdadero y comprobado desmiente día tras día esta mentira, empezando por el hecho de que cómo voy a ser el mismo si han transcurrido seiscientas veinticinco horas, o veinte horas o veinte minutos? Es imposible y siempre lo será. Así que lo que se siente ante sus ojos no puede ser asimilado a lo que ya sentiste, ni ella lo permitiría ni lo podría permitir aunque quisiera, que no es el caso ya que de entre todo lo escrito y lo no escrito al menos sé del cierto que esa expresión no es la de alguien que no quiera hacer sentir que,

-mira, no sé lo que estarás buscando pero no tienes ni idea de lo que has encontrado y aunque te parezca que puedas asociarlo a algo conocido o a algo más o menos adivinado, que es lo que estarás haciendo, te estarás equivocando como todos los demás y no puede ser más que un sueño o una pesadilla que te ocurra que en algún momento sientas algo más que no sea una simple especulación, ya lo ves o quizás no lo ves, y además estoy cansada y me siento fatal.

No, no es la expresión de alguien que no quiera hacer sentir lo que siente, al contrario, y eso todavía me parece menos normal de lo que normalmente ya me parece, así que seguramente voy a tardar en cerrar el círculo y no me sorprendería nada que el día menos pensado, quizás mañana mismo, se detuviera un instante y como si fuera a no decir nada se detuviera más de la cuenta y más de la cuenta y más de la cuenta y quisiera querer jugar, como si nada, como al principio.

 

Carles J. Pi / Lounge Baobab Club / 21 de agosto de 2008, quizás.

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