PISAR LA LUNA

 

No son superhéroes. Son hombres y mujeres de carne y hueso que también tienen ‘su corazoncito’ y que cuando moralmente se vienen abajo no pueden llamar a Houston diciendo ‘tenemos un problema’. Mientras la NASA se prepara para las nuevas expediciones a la luna y a marte, los expertos en salud mental ultiman un programa informático interactivo para ayudar a los futuros viajeros espaciales a superar los retos psicológicos que suponen las misiones de larga duración (meses, incluso años). Nick Kanas, que lleva cerca de 15 años investigando la forma en la que los astronautas se comportan bajo condiciones difíciles, explica a elmundo.es que el "aislamiento, la capacidad para reprimir las emociones y los sentimientos durante meses, la presión y el estrés forman parte también de estas misiones". Y todo ello acaba pasando factura en forma de "reacciones psicosomáticas, astenia, cambios de humor y de personalidad tras la finalización de la misión, así como problemas con la familia", agrega. Al silencio autoimpuesto de los pilotos se añade la escasa preocupación de la NASA por su salud mental hasta que la prensa aireó la detención por intento de homicidio de la astronauta Lisa Nowak en marzo de 2007. Pocos días después, Charles E. Brady, de 54 años y con 405 horas en el espacio se quitaba la vida en la isla de Orcas, en la costa del norte de Washington. Este no es el único caso de depresión en los exploradores espaciales. Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la luna, también sucumbió a esta patología mental, que le condujo al alcoholismo, al igual que John Blaha, el tercer estadounidense que estuvo en la ya desaparecida estación Mir durante cuatro meses.

El programa tiene como una de sus finalidades evitar peleas de la tripulación dentro de la nave, como la que sucedió en 2001 con un grupo de rusos participantes en un ensayo de aislamiento a largo plazo en el que se recrearon las condiciones de vida durante las misiones al espacio. Uno de los miembros llegó a romper la muñeca de otro.

 

Patricia Matey / Madrid / El Mundo / Fragmento / 29.08.08

http://www.asma.org/journal/

 

Pisar la luna o andar meses y meses en órbita por el espacio interestelar no es lo mismo que coger el freelander dospuntocero tedecuatro hasta el apartamento de baqueira aunque no siempre es tan distinto como pueda parecer. A la agencia espacial lo que le importa es el balance de resultados y la recogida de muestras y los experimentos con semillas y ver si sale bien lo del escudo misilantimisil intergaláctico o si es una tontería que a la que se cuelga el programa es mejor largarse pero hacia donde; y siempre va a encontrar gente dispuesta a lo peor con tal de estar fuera de casa; lo malo es que casi todos acaban regresando como siempre ha pasado con los piratas y los aventureros de boquilla, que el día menos pensado se dan cuenta de que tienen sentimientos y que bien mirado la barbacoa de los viernes tampoco estaba tan mal, y que el ruso este de la mir ya me tiene harto con sus paseos por la nave y sus spokoynoy nochi! y sus mira como lanzo la manzana al aire y mira como casi parece que se cae pero que no se cae y lo que se van a reír [de mi] cuando lo cuente ahí abajo y qué lento que pasa el tiempo en el interespacio y que me voy a jugar un rato con mi matrioska que la tengo muy abandonada y con lo vacía que está mi pobre matrioska y con lo que cuesta volver a montarla una por una que si primero la más diminuta al fondo y luego la siguiente y la siguiente y luego la mediana y otra más grande y otra y otra y no hay manera de que se estén quietas, por favor, comandante, un poco de fuerza gravitatoria no es mucho pedir aunque solo sea un momento un momento interestelar que no le cuesta nada, y acabe ya con crimen y castigo que no lo va a entender nunca que no es más que ficción y es un novelón y es todo exagerado y decadente.

 

Carles J. Pi / Lounge Baobab Club / 29 de agosto de 2008

http://www.brideinrussia.com/esp/palabras_rusas.html

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