Igual que la roca venerada
Marchan las olas en la oscuridad. Los asfódelos
Y los narcisos y aquellas fantásticas
Visiones de los muertos van semejantes a las nubes y
los sueños
Avanzo por instinto ignorando qué día
Todo huele a noble madera vieja
o animal humillado. Y sin duda
Debo de haber existido aquí en algún lugar; tan pronto
Amanece os vuelvo a encontrar
Sagradas penas mías casas de ladrillo cubiertas de hierba
entre los limoneros
Arcos, galerías donde me detuve y canillas abiertas
¿Dónde se habrá posado el ángel? ¿Qué habrá quedado?
¿Ahora quién?
Semiapagado llego desde el lado de la ciudad
Como el ícono de una iglesia incendiada
Rojo de fuego y negro de demonio
Que se diluyen lentamente
en la frescura de la mañana
Descascarada y hendida, con las palabras te amo
todavía visibles
¡La pared! ¡y aquel pasamanos de la escalera
Descolorido y por tantas palmas suaves que pasaron terso!
Colmado de vejez y juventud subo nuevamente
Sabiendo dónde la vieja madera crujirá, cuándo
Me mirará desde el cuadro la tía Melissiní
Y si mañana lloverá
Quizás reivindico algo que me pertenece desde siempre
Acaso simplemente un lugar en lo Venidero
Que es lo mismo; ropaje hecho de fuego frío
Verde de bronce y morado intenso de la Virgen
Permanezco de pie con la mano derecha sobre el corazón
Detrás de mí dos o tres candelabros
La pequeña ventana cuadrada sobre la tormenta
El Más allá y el Futuro.
Odysseus Elytis
De Elegías de Oxópetras, Atenas 1991
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1979/elytis-bio.html
Deja un comentario
No hay comentarios aún.
Deja un comentario